Miguel Serrano Fernández, escritor, político y diplomático chileno. Pertenece a la generación literaria de 1938. A pesar de ser sobrino del poeta Vicente Huidobro, se independizó de la influencia que éste ejerciera sobre muchos jóvenes de la época. Creador de un surrealismo mitológico expresado a través de una “poesía de la prosa” de resonancias míticas, Serrano es el representante de un “nacionalismo telúrico” que le ha llevado de sublimar el territorio de su patria, transformándolo en un centro espiritual del mundo. Autodeclarado nazista y defensor de la figura de Adolf Hitler, posteriormente se convertiría en uno de los más importantes ideólogos del neonazismo, mediante su extensa obra sobre ideología racialista y misticismo nazi, siendo uno de los exponentes clave en el nacimiento del hitlerismo esotérico.
A causa de la muerte de Héctor Barreto, escritor socialista y su gran amigo de aquellos años, incursionó en la política de izquierda hasta que la masacre de los nazistas chilenos de 1938, conocida como la Matanza del Seguro Obrero, hizo que se interesara por el nacionalsocialismo, llegando a colaborar con el Movimiento Nacional-Socialista de Chile y, durante la Segunda Guerra Mundial, a apoyar decididamente a Adolf Hitler, editando la revista La Nueva Edad y deseando participar directamente en la guerra, lo que no le fue posible por diversas circunstancias. Mas, en cambio, durante esos años que se le dio, de forma increíble, la posibilidad de llegar a enterarse del trasfondo esotérico del movimiento nazi alemán.
Entre las teorías propuestas por Miguel Serrano, Hitler no habría muerto en Berlín, sino que logró trasladarse a la Antártida, por la creación del disco volante, junto a los ciento veinte submarinos desaparecidos con toda su tripulación, hechos dispares en una narración que nunca descuida el trasfondo simbólico de cada elemento de una historia que así adquiere verosimilitud, al modo de una leyenda “real” de nuestro tiempo.
Después de su viaje a la Antártida (formando parte de la expedición oficial chilena de 1947) –en busca de la Base alemana de esas regiones subpolares–, fue, en 1953, nombrado Embajador de Chile en la India, donde buscó las entradas al monte Kailás, el cual según Serrano es la antípoda del monte Melimoyu, en el sur patagónico chileno. La antípoda geográfica real del Melimoyu está en el Desierto de Gobi, en Mongolia.
Una vez abandonada la diplomacia, en 1972 y luego de haber sido embajador de Chile en Yugoslavia y en Austria, se instaló en la Suiza italiana, en Montagnola, en la vieja Casa Camuzzi, donde un día también habitara su amigo Hermann Hesse.
Allí se dedicó a escribir algunos de los libros en los que revela todo su conocimiento sobre el Nazismo Esotérico, además de haber publicado obras puramente literarias como Los Misterios o Las Visitas de la Reina de Saba, que fuera prologado por Carl Gustav Jung.
Entre otros, también fue amigo de personalidades como Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi, el Dalái Lama o Ezra Pound.
Desde 1980 vivió en Chile. Al cumplir 88 años se le rindió un homenaje poético en el Cerro Santa Lucía en la capital chilena. Murió el 28 de febrero de 2009.
Sus libros se hallan publicados en múltiples lenguas: castellano, inglés, alemán, francés, italiano, portugués, hindi, griego, japonés, persa, serbo-croata y ruso.
A causa de la muerte de Héctor Barreto, escritor socialista y su gran amigo de aquellos años, incursionó en la política de izquierda hasta que la masacre de los nazistas chilenos de 1938, conocida como la Matanza del Seguro Obrero, hizo que se interesara por el nacionalsocialismo, llegando a colaborar con el Movimiento Nacional-Socialista de Chile y, durante la Segunda Guerra Mundial, a apoyar decididamente a Adolf Hitler, editando la revista La Nueva Edad y deseando participar directamente en la guerra, lo que no le fue posible por diversas circunstancias. Mas, en cambio, durante esos años que se le dio, de forma increíble, la posibilidad de llegar a enterarse del trasfondo esotérico del movimiento nazi alemán.
Entre las teorías propuestas por Miguel Serrano, Hitler no habría muerto en Berlín, sino que logró trasladarse a la Antártida, por la creación del disco volante, junto a los ciento veinte submarinos desaparecidos con toda su tripulación, hechos dispares en una narración que nunca descuida el trasfondo simbólico de cada elemento de una historia que así adquiere verosimilitud, al modo de una leyenda “real” de nuestro tiempo.
Después de su viaje a la Antártida (formando parte de la expedición oficial chilena de 1947) –en busca de la Base alemana de esas regiones subpolares–, fue, en 1953, nombrado Embajador de Chile en la India, donde buscó las entradas al monte Kailás, el cual según Serrano es la antípoda del monte Melimoyu, en el sur patagónico chileno. La antípoda geográfica real del Melimoyu está en el Desierto de Gobi, en Mongolia.
Una vez abandonada la diplomacia, en 1972 y luego de haber sido embajador de Chile en Yugoslavia y en Austria, se instaló en la Suiza italiana, en Montagnola, en la vieja Casa Camuzzi, donde un día también habitara su amigo Hermann Hesse.
Allí se dedicó a escribir algunos de los libros en los que revela todo su conocimiento sobre el Nazismo Esotérico, además de haber publicado obras puramente literarias como Los Misterios o Las Visitas de la Reina de Saba, que fuera prologado por Carl Gustav Jung.
Entre otros, también fue amigo de personalidades como Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi, el Dalái Lama o Ezra Pound.
Desde 1980 vivió en Chile. Al cumplir 88 años se le rindió un homenaje poético en el Cerro Santa Lucía en la capital chilena. Murió el 28 de febrero de 2009.
Sus libros se hallan publicados en múltiples lenguas: castellano, inglés, alemán, francés, italiano, portugués, hindi, griego, japonés, persa, serbo-croata y ruso.
Nosotros nunca te olvidaremos, pues has abandonado el plano fisico para continuar luchando desde otros planos, iluminanos con el rayo verde y que la luz del sol negro nos guie atra vez de las tinieblas.
HEIL HITLER!
HEIL Dn MIGUEL SERRANO!
RAHOWA!