EL SIGFRIDO WAGNERIANO: EL HEROE EN BUSCA DEL CONOCIMIENTO

Wagner cuando compone sus dramas musicales nunca trata de ‘representar una leyenda’ sino de expresar, a través de los personajes de la leyenda, los conflictos humanos que quiere realmente transmitir al pueblo.
Así pues el Siegfried wagneriano no se parece en el aspecto psicológico al Sigurd de la leyenda, sino mostrar un mensaje humano.
Siegfried tiene desde su nacimiento una aspiración heroica, una voluntad de dominio producto genético, dado que es descendiente de Wotan, de la raza de los Wolf. Pero carece de toda formación, ha sido criado por un miserable Mime, solo deseoso de usarlo algún día para recuperar el Oro que guarda el gigante Fafner, nada le ha explicado sinceramente sobre la vida, su origen, los ideales… es pues un héroe-necio, tomando de ese adjetivo su significado de ‘ignorante hasta de su propia ignorancia’.
Instintivamente siente repulsión por la raza de los enanos nibelungos, de su pretendido ‘padre’ Mime, tanto moral como físicamente deforme.

Su camino de enseñanza va a ser largo y duro, lleno de errores, pues no podrá contar con una educación dirigida por nadie de valor y autoridad para dársela, tendrá que fiarse solo de su intuición y sentido natural.
Podemos ver en ello algo distinto a lo que le pasará a Parsifal, también el héroe-necio, como Siegfried nacido en el bosque sin contacto con la sociedad, cuya madre no le enseña nada para evitar que siga el camino guerrero de su padre muerto en combate. Pero en Parsifal la enseñanza vendrá del Graal y su prometido destino, e incluso tendrá una cierta enseñanza de Gurnemanz, mientras que Siegfried no tiene ayuda alguna.
Así pues Siegfried inicia su conocimiento por la Naturaleza, observándola, lo que nos muestra un buen camino de formación personal. Será viendo la relación entre padres e hijos en la Naturaleza cuando comprenderá que Mime no puede ser su padre y le va a exigir la explicación de su origen.
También será observando al amor de las madres con sus retoños en la Naturaleza cuando Siegfried aprende a suspirar por su desconocida madre, añora el cariño y la dulzura de una madre, frente al frío interés y la falsa cortesía aparente de Mime.
Otra muestra de la inutilidad de la enseñanza de Mime, paradigma de las falsas enseñanzas, vacías de espíritu y de amor, la tendrá cuando deba reconstruir la espada de su padre, la espada Nothung. Siegfried debe buscar en su intuición la solución a ello, no tratando más de ‘unir las partes rotas’ (como intenta Mime) sino de ‘reconstruir Nothung’, otra simbología de que cuando algo está maldito y degradado, no debemos ser ‘reformistas’, sino ser rebeldes, destruir los podridos trozos existentes para reconstruir un mundo nuevo. Por ello limará hasta el fin los trozos de la vieja Espada y forjará una nueva con sus restos.

El afán de conocimiento le acosa, y es ese mismo interés el que usará el taimado Mime para proponerle ‘conocer el miedo’, a través de enfrentarle con Fafner. La búsqueda del miedo le lleva a enfrentarse a Fafner, pero sin conocimiento no sabe el valor ni uso del Oro y el Anillo que guarda el Dragón.
Es interesante como Wagner concede la sabiduría a Siegfried sobre el Anillo cuando moja sus labios con la sangre del vencido Fafner. Ha sido la victoria, la sangre de la victoria, lo que le da otro paso en su camino de conocimiento.
La Naturaleza, la Lucha… son las dos primeras fuentes de conocimiento en el Héroe.

*** EXTRACTO DE LA REVISTA ''SIGFRIDO'' COLOMBIA.